Para los acabados metálicos plateados la gama de colores que uso es muy sencilla: blanco, negro y azul medio. Primero aplico una base de negro mate. A partir de ahí, en la primera subida, añado azul medio (poco) y una pizca de blanco. Y a partir de ahí solo blanco, hasta llegar a la luz máxima con blanco puro. No creo que sea complicado, pero si que hay que tener bastante paciencia por la cantidad de subidas que hay que dar y para obtener el grado óptimo de saturación. Esto es un proceso dinámico, es decir, a veces hay que volver atrás, corregir, y seguir.
Más adelante hay que corregir los perfilados y los pequeños detalles que no quedan perfectamente rematados. Igualmente habrá que dar un ligero lavado con una base media para unificar tonos y colores, y después volver a retocar las luces y sombras máximas.
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